Los siguientes elementos son las pruebas que han superado los dispositivos con la etiqueta MIL-STD-810G.
Probados para garantizar el rendimiento a cualquier temperatura comprendida entre -32 °C durante más de 48 horas y hasta 65 °C durante más de 4 horas
Los dispositivos se prueban contra la exposición a la lluvia, se someten a pulverizaciones de agua desde una altura determinada y después se inspeccionan para detectar daños.
Los dispositivos probados se someten a ciclos de humedad que oscilan entre el 58 % y el 88 % durante un periodo de 24 horas.
Después de simular un trayecto campo a través de 1600 km sometidos a todo tipo de rebotes y vibraciones, los dispositivos se prueban para garantizar que funcionan adecuadamente.
El dispositivo se prueba para simular una caída accidental como la que puede sufrir al retirarlo de una estantería o caer sobre una superficie dura durante la manipulación.
Los dispositivos y sus componentes se prueban para verificar su resistencia a la exposición a la arena seca soplada, así como su rendimiento en atmósferas cargadas de polvo.
Los dispositivos se prueban en entornos de baja presión durante un periodo de tiempo prolongado para simular el transporte y el funcionamiento durante un vuelo.
La prueba de niebla salina se utiliza para determinar la eficacia del recubrimiento protector y el acabado de un dispositivo, al tiempo que se comprueba el efecto de los depósitos de salitre que alcanzan los componentes eléctricos interiores.
Los dispositivos se prueban para determinar su resistencia a cambios rápidos de temperatura entre -21 °C y 60 °C.
Probados para garantizar el rendimiento a cualquier temperatura comprendida entre -32 °C y 49 °C durante más de 8 horas.
Los dispositivos se prueban contra la exposición a la lluvia, se someten a pulverizaciones de agua desde una altura determinada y después se inspeccionan para detectar daños.
Los dispositivos probados se someten a ciclos de humedad que oscilan entre el 58 % y el 88 % durante un periodo de 24 horas.
Los dispositivos se someten a pruebas de vibración para garantizar que todos los materiales soporten el transporte y la manipulación.
Los dispositivos se dejan caer 26 veces desde una altura de 122 cm (48 pulgadas) sobre cada una de sus esquinas, lados y paneles contra una superficie de madera contrachapada de 5 cm (2 pulgadas) de grosor. Los dispositivos se inspeccionan para comprobar si presentan daños después de cada caída.
Probados para garantizar el rendimiento a cualquier temperatura comprendida entre -32 °C y 49 °C durante más de 8 horas.
Los dispositivos se prueban contra la exposición a la lluvia, se someten a pulverizaciones de agua desde una altura determinada y después se inspeccionan para detectar daños.
Los dispositivos probados se someten a ciclos de humedad que oscilan entre el 58 % y el 88 % durante un periodo de 24 horas.
Los dispositivos se someten a pruebas de vibración para garantizar que todos los materiales soporten el transporte y la manipulación.
Los dispositivos se dejan caer 26 veces desde una altura de 122 cm (48 pulgadas) sobre cada una de sus esquinas, lados y paneles contra una superficie de madera contrachapada de 5 cm (2 pulgadas) de grosor. Los dispositivos se inspeccionan para comprobar si presentan daños después de cada caída.
Los dispositivos y sus componentes se prueban para verificar su resistencia a la exposición a la arena seca soplada, así como su rendimiento en atmósferas cargadas de polvo.
Para evaluar la seguridad, el rendimiento y la integridad de los dispositivos en entornos de alta temperatura, los dispositivos se exponen a temperaturas ambiente superiores a las estándar (~60 °C) durante cinco periodos de 24 horas.
Los dispositivos se someten a impactos mecánicos como los que pueden sufrir durante la manipulación, el transporte o la reparación a lo largo de su vida útil. Los dispositivos se ponen a prueba tanto encendidos como apagados, y reciben un total de 18 impactos para determinar su integridad estructural.
Los dispositivos se prueban en entornos de baja presión durante un periodo de tiempo prolongado para simular el transporte y el funcionamiento durante un vuelo.
Los dispositivos probados se exponen a la luz solar directa durante cuatro ciclos de 24 horas.
Probado para garantizar el rendimiento mientras funciona a temperaturas que oscilan entre los -32 °C y los 49 °C, y probado en estado no operativo a temperaturas de hasta -51 °C y 60 °C.
Los dispositivos probados se someten a temperaturas que oscilan entre los 30 °C y los 60 °C, con una humedad relativa del 95 %.
Los dispositivos se someten a pruebas de vibración para garantizar que todos los materiales soporten el transporte y la manipulación.
Los dispositivos empaquetados se dejan caer 26 veces desde una altura de 76 cm (30 pulgadas) sobre cada una de sus esquinas, lados y paneles contra una superficie de madera contrachapada de 5 cm (2 pulgadas) de grosor. Los dispositivos se inspeccionan para comprobar si presentan daños después de cada caída.
Los dispositivos y sus componentes se prueban para verificar su resistencia a la exposición a la arena seca soplada, así como su rendimiento en atmósferas cargadas de polvo.
La prueba de Ingress Protection es independiente del MIL-STD-810G y ofrece garantías respecto a la cantidad de polvo y líquido que soportará el dispositivo. Está publicado por la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC). El estándar europeo equivalente es EN 60529.
El primer número representa la cantidad de sólidos que pueden entrar, mientras que el segundo número representa el nivel de protección contra la humedad, como goteos, pulverizaciones, inmersión, etc. La siguiente tabla explica el significado de cada número. Por ejemplo, IP 68 significa que el dispositivo es completamente resistente al polvo y la inmersión en agua durante largos periodos de tiempo.